El Río
Estaban Peter y Ian, arreglando
sus cosas para ir a navegar en kayak al Río Colorado, ellos eran hermanos y sus
padres los estaban ayudando en todo, la madre preparó toda la comida, los
chicos preparaban la carpa y las bolsas de dormir, iban muy bien equipados y la
madre salió con la heladerita preparada, y Peter dijo, mamá con esa heladerita
nos vas a hundir el kayak y ella dijo- Pero tienen que alimentarse bien, como
los buenos deportistas, si gracias mami, sólo te estaba cargando dijo él.
Cuando ya tuvieron todo preparado
fueron en la Big Foot ,
con los dos kayaks, la comida y las carpa y todas las demás cosas atrás de la
camioneta. Se saludaron todos y Ian y Peter partieron manejaba Ian, que era el
más prudente, según su padre, cosa que hacía enfadar a Peter, pero ya fueron
tantas las discusiones, que mejor optó éste por callarse para siempre y la
familia seguía siendo feliz.
Cuando por fín partieron, iban a
todo lo que dá con el equipo de música, escuchando Led Zeppelín, que aunque era
del setenta a ellos les encantaba, lo mismo que Deep Purple. De repente
sintieron un ruido grande en la
Ruta y pararon para ver qué era, era un kayak que se les
había caído y por suerte no se les había roto, lo levantaron entre los dos y lo
ataron mejor que antes. Era plena noche se veían las estrellas hermosas arriba
en el cielo, cómo estaban en cuarto menguante nisiquiera se veía la Luna , pero se podían ver
además de las estrellas, los satélites dando vuelta, y Peter, preguntó, cuál
sera la estación espacial, aquélla la más grande, se respondió a sí mismo, dado
que Ian iba concentrado en el manejo, Quiere un café Ian ,si, dijo él pero con
leche, cuando quieras yo te reemplazo dijo Peter, no gracias Pete voy bien.
A la mañana temprano llegaron y
probaron si tenían señal para avisarles a sus padres, pero no , la señal era
nula en el i Pod de Peter y el Apple de Ian.
Empezaron a bajar las cosas ,
primero los kayaks, luego la comida y luego todo lo demás, lo primero que
hicieron fue abrir la heladerita de plástico, con hielo y sacar dos cervezas
heladas, se sentaron a disfrutar de sus cervezas y charlaron de chicas, de
futuras novias. Peter decía,Berta, me cae muy bien, además de ser linda es
espontánea y buena muy buena y recién estamos saliendo ojalá se me dé – sí dijo
Ian ojalá se te dé lo mismo que a mí con Marie, ya hace dos meses que salimos,
pero no concretamos nada, culpa de ella, yo me le acercó y ella se retira, es
muy tímida- va es una estúpida, dijo Peter- no dijas eso, es tímida, terminó Ian
y terminaron su cerveza.
Repartieron la comida en el kayak
de cada uno, repartieron los equipajes y dejaron bien cerrada la big foot, y
partieron cada cual en su kayak, el río comenzaba tranquilo y sereno y luego
comenzában los rápidos, mas adelante, por ahora iban tranquilos y serenos el
Río era amplio, podrían ir hasta doce kayaks juntos o más, le tocaba pasar por
dentro de una cueva, donde vieron el cuerpo de un hombre sin vida, parémonos y
bajemos a verlo a ver si podemos hacer algo-Dijo Peter-, era el cuerpo de un
indio muerto de un balazo en el medio de la frente, esto es obra de un asesino
profesional dijo Ian, el cuerpo está limpio salvo esa bala entre sus ojos, lo
tapemos y sacaron la manta de Peter, hasta avisar a la policía. OK dijo Peter.
Mientras estaban saliendo de la
cueva con los destellos del Sol, se veían monedas doradas,¡ Mira! Dijo Peter,
parecen monedas de oro, si dijo Ian, las saquemos del Río para examinarlas
mejor, y los dos se pusieron a sacar monedas que se habían caído de una
bolsita, eran como cincuenta monedas, y las vieron bien al sol y eran monedas
de oro, no cabía duda, y dijo Peter, se le cayeron al que lo robó, cuando se dé
cuenta va a volver por las monedas, pero este asesino merece la muerte, la pena
capital, sí dijo Ian tenés razón dijo.
Y ahora que hacemos volvemos a
casa con las cincuenta monedas de oro o
seguimos viaje hasta encontrar al asesino ¿Trajiste las pistolas de papa?
Preguntó Ian, si por supuesto hermano, cómo me las iba a olvidar por si
teníamos algún contratiempo. Toma una nueve milímetros para vos y el revólver
para mí, dijo Peter. ¡Gracias Hermano, por preocuparte por mí! Y cómo no, sos
el único hermano que tengo y se dieron un abrazo .Entonces vamos tras la pista
del asesino.
Siguieron camino por el río e
iban tranquilos, no encontraban ninguna pista del asesino, pero en el
transcurso de tres kilómetros, encontraron otra bolsita igual a la primera,
pero sin monedas.
El asesino vive por aquí dijo
Peter, sino porqué se le cayó esta bolsita justo aquí. Dejemos nuestros kayaks
y vamos tras él con los revólveres en la cintura.
Llegaron a una cabaña que olía a
estofado y ellos tenían mucho hambre, Peter le dijo a Ian, no nos dejemos
llevar por el hambre, a lo mejor el asesino está aquí, si dijo Ian tenés razón.
La cuestión era que el rubio Peter, y el de pelo negro Ian, se morían de
hambre. Debe ser la gimnasia dijo Ian, si seguro, le contestó el hermano.
Observaron por la ventana y vieron un matrimonio con dos chicos de cuatro y
ocho años, los dos varoncitos. Entonces tocaron la puerta, porque se animaron
al ver tan bella familia. Y salió el padre un hombre como de cuarenta años, y
muy amablemente les dice,¿Qué se les ofrece?, es que venimos de hacer deporte
con nuestros kayaks que están en el río y estamos muertos de hambre, pasen, y
le dijo a Olivia su esposa que trajera dos platos más,- cómo se llaman,
preguntó Olivia, Peter e Ian, que bonitos nombres dijo ella, ellos son mis
hijos Mat y Mike y disculpen dijo el padre de familia, yo no me presenté yo soy
Matt, con dos t, para diferenciarme de mi hijo, cuando acabó de decir eso una
bolsita de monedas cayó al piso salida de una mochila, Peter e Ian se vieron y
salieron corriendo, pero Matt fue más veloz y les cerró la salida, los chicos
buscaban sus pistolas y Matt le dijo, disculpen pero cuando los saludé les
saqué sus armas. Ahora están encerrados en esta casa y son mis prisioneros y
les ató las manos y los pies y los hizo ir saltando hacia el granero. Al llegar
al granero los ató espalda con espalda. Y Matt se fue.
Peter encontró un clavo que justo
sobresalía de la madera, dónde tenía atadas las manos, así que empezó a hacer
juego con el clavo, bajando y levantando la soga que tenía en las manos, hasta
que ésta se rompió y quedó liberado de las manos y le dijo a Ian, que se había
liberado de las manos y ahora tenía que desatarse los pies y sacarse la soga
que los unía por el pecho, pero justo cuando estaba por hacer todo eso, sintió
que alguien venía al granero, se tuvo que hacer el atado y la puerta del
granero se abrió, y era Matt que dijo ustedes tienen por lo menos una bolsa
mía, llenas de monedas de oro, que le robé al indio ese que dejé tirado a la
orilla del río. ¡No! Dijo Ian , nosotros no vimos ningunas monedas, si, dijo Peter, nosotros
vimos el cadáver, pero no vimos ninguna bolsa con monedas, lo juro, si dijo Ian
yo también lo juro. Entonces, por ahora y solo por ahora les creeré, ya les
traeré algo de comer y beber, deben estar hambrientos. Paul a todo esto tenía
las monedas en su bolsillo del jeans. Y el pensó, “espero que no hagan mucho
bulto, y se las tocó y no, no hacían mucho bulto. Se sintió agradecido a Dios,
cuando Matt, se fue, Peter rápidamente se desató y desató a Ian y salieron
corriendo del granero, ya era de noche así que podian seguir con sus kayaks,
por el río, y cuando lleguen avisar a la Policía. Al llegar al río encontraron los kayaks
rotos, completamente destrozados, como si una aplanadora les hubiera pasado por
encima, Peter, tienes en tu bolso el salvavidas infable, Si, dijo él yo también
tengo el mío, nos pongamos los salvavidas y salgamos volando de acá, casa de
asesinos y criminales. Tenés razón dijo inflemos rápido los salvavidas y
vayamos río abajo, y así lo hicieron.
Era peligrosísimo viajar de esa
forma en el río, había rápidos y piedras filosas, los hermanos se podían herir
hasta incluso quebrar una pierna o matarse, era un peligro muy grande al que se
veían expuestos.¡AY! dijo Ian, se había golpeado una pierna con una roca y le
estaba sangrando mucho, se sintió otro ¡Ay! Esta vez era Peter que se había
pegado con una roca en la frente, también le sangraba profusamente y se
desmayó, Ian sacando fuerzas de Dios, lo agarró y lo tiró a la costanera y
mientras él iba también abriéndose paso para la costa.
Hasta que al final llegó vió una
carretera de autos y paró al primero que venía, se le puso al medio, asi que
tuvo que frenar si o si, y le pidió disculpas a la familia que iba adentro y
les explicó la situación de su hermano seriamente herido casi al borde de la
muerte, entonces el hombre del auto llamó por celular un patrullero y una
ambulancia, gracias, muchas gracias, le dijo Ian, no sabe cuanto le debo por
este gesto. No es nada, Tu nombre es…. Ian dijo él y el nombre de mi salvación
es………. Mathew dijo él conductor y se quedaron esperando la Policía y la Ambulancia.
Mientras Ian iba contándole todo
a la policía de las monedas de oro que tenía Matt, que las había conseguido asesinando
a un indio cuyo cadáver estaba en la cueva, la policía pidió refuerzos
Cuando llegaron a la casa de
Matt, éste los esperaba a los tiros y uno de los policías sacó una escopeta
recortada y le dio en el centro del estómago, la mujer de Matt, también
disparaba un rifle contra los policías, e Ian les dijo cuidado adentro hay dos
niños pequeños. Entonces un policía se fue por detrás y la apuntó a la nuca a
la mujer, está tiró el rifle y se entregó.
Y efectivamente encontraron
cuatro cadáveres más de indios todos matados con rifle y escopeta, así que los
tuvieron que matar los dos Matt y su mujer.
Los pobres niños fueron enviados
a centros de minoridad, dónde sufrieron mucho, culpa de los padres ladrones y
asesinos.
En el Centro Hospitalario Peter,
se estaba reponiendo rápidamente del golpe y estaba rodeado de toda su familia
y de Berta e Ian estaba con Marie. Solo a sus padres contaron lo de las monedas
de oro que tenían, así nadie se enteraba y armaba alharaca.
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