En la Jungla
SELVA CONGOLEÑA- ÁFRICA
Estaba Jon con sus dos cachorros
de león , un macho y una hembra y estaba dándoles de comer carne de unas latas
que quedaron en la bodega del avión que se estrelló, él era uno de los
sobrevivientes ya había pasado un mes de aquello y él era el único con vida de
un pasaje lleno, por suerte él iba solo, así que no perdió nadie querido de su
familia o su amigos de Londres, el avión iba de Israel a la Argentina y se estrelló
en la mitad sur de Africa, en las proximidades del Congo. El calor y los
mosquitos eran insoportables y el olor a podrido adentro del avión también, por
eso Jon se manejaba nada más que con la bodega, allí también había comida y
gaseosas y también cerveza y whiskey, del cual él se proveía, a la bebida la
ponía en un arroyo con agua fría de vertiente que Dios le hizo encontrar y así
pasaba su vida.
También usaba la bodega del avión
como dormitorio.
No sabía si iban a ir a recatarlo
pero suponía que si, tenía 32 años y se acababa de recibir de Médico, así que ,
gracias a Dios, podía hacerles frente a muchas enfermedades, pero no a todas
las enfermedades africanas que eran terribles y la mayoría mortales como el
dengue o el colera, por ejemplo.
Escuchó pasar helicópteros arriba
de él, pero pasaron y no volvieron, - ojalá hayan llevado información
importante para la búsqueda- pensó Jon.
Y los helicópteros hablando entre
sí decían , que desastre y con el pasaje completo, seguro que no sobrevivió
nadie, pero no obstante eso hay que realizar una búsqueda, con hombres de a
pie, una búsqueda para rastrear todo el terreno circundante, pero a todo esto
hace un mes del desastre y recién encontramos hoy al avión, claro le contestó
el otro helicóptero, no se lo podía ver porque estaba oculto por las copas de
los árboles, parece como si alguien las hubiera cortado.
Y fue Jon el que se colgaba de
los árboles y cortaba el follaje, durante un mes ya se veía el avión casi en su
totalidad.
Pero la gente de rescate, no
tardaría más de un día. Jon estaba excitado y se puso su mejor ropa para
esperarlos, estaba tan entusiasmado por el rescate que saltaba y jugaba con los
leoncitos, a los que por supuesto iba a llevar a su casa, discutiera con quién
tuviera que discutir. El avión al estrellarse mató a los padres de los
leoncitos, por eso él también se sentía culpable.
Al leoncito hembra le puso Ging y
al macho Gang, lo perseguían a todos lados, se le trepaban por los hombros, le
tiraban los cordones de las zapatillas, se les subían por las piernas.
A la mañana siguiente vinieron a
rescatarlo, eran como cinco helicópteros de los cuales bajaban cinco soldados
de cada uno, sostenidos por sogas y se llevaban todos los cadáveres en bolsas y
no querían llevar por nada los cachorritos, pero Jon insistió tanto que le dijo
el Capitán del Salvataje a un subordinado bajen una canasta grande del
helicóptero, y la bajaron y allí colocaron a Ying y Yang, que estaban gordos
pomposos y uno de los soldados, tenía un biberón de su hijo y les hacía
chupetear aunque no tuviera nada de líquido y todos se divertían con eso hasta
el mismo Jon, que estaba feliz por haber sido rescatado y daba gracias a Dios
por ello.Los helicópteros con sus aspas iban a todo lo que dá bajaron en una
ciudad cercana y allí lo dejaron a Jon y la jaula con Ying Y Yang, para que
tomaran el avión hacia Buenos Aires.
ARGENTINA- BUENOS AIRES
Al llegar a Ezeiza , el
Aeropuerto Internacional de Argentina, Jon se quedó esperando sus leoncitos, y
justo pasaron por el caroussel de las valijar, eran hermosos uno manchadito la
cara color fuego y el otro más tirando color a Café con Leche, gracias a Dios
que los tengo, Jon era muy religioso y siempre pedía ayuda a la Virgen María , y a Dios por
supuesto, pero resulta que la alegría le duró poco, muy poco, al salir de
ezeiza es asaltado y le roban los leoncitos, era una camioneta azul, Ford
Ranger.
Jon quedó desolado, no podía
articular palabra solo, María y Jesús, Jesús y María, hasta que lo vió un
taxista que se apiadó de él y le dijo” vení, te llevó rápido a la Comisaría así haces la
denuncia”, Jon desolado cómo estaba, aceptó muy agradecido, y empezó a rezar el
ave maría internamente, por favor Madre Querida, que no los vendan a
zoológicos, que no entren en el tráfico de animales, que no los maltraten, que
les den bien de comer, por favor Mamita Virgen tus manos los deposito, Señor
Jesús, que se haga tu Voluntad ahora y siempre.
“Estás rezando”, si señor , Mario
es mi nombre, decime Mario, “Si Mario””te acompaño, dijo Mario, querés que
rezemos un Misterio del Rosario, bueno dijo Jon, estaría genial.
Hizo la declaración en la Policía acompañado por
Mario, este hombre muy amable y correcto, le cuidó todo el tiempo el equipaje a
Jon. Ëste le quería dar por lo menos doscientos pesos, pero Mario no aceptó nada y aún más lo llevó a su
departamento en pleno centro de Buenos Aires
y Mario le dijo te dejo mi celular por si algún día me necesitas y le
escribió el celular en una hoja cortada, Jon hizo lo mismo le pasó su celular y
ambos se despidieron Jon más que agradecido por toda la ayuda que le brindó.
Subió todo su equipaje al ascensor y de allí al piso catorce, él era el dueño
de todo el piso lo había heredado al morir su madre, su último amor terrenal,
como él era Laico Consagrado y trabajaba para la parroquia, tenía voto de
castidad, hecho con el Libro de San Luis María Grignon de Monfort, Consagración
a Nuestra Señora y por su intermedio a Jesús.
Pero Jon, estaba triste, no podía
perder sus cachorros, entonces empezó a llamar a todos sus contactos por si
alguien conocía quién vendía animales, pero no encontraba nada. Fue a la Estación de Policía y
preguntó y le contestaron, están investigando y eso era todo.
Después se juntó con los Laicos
de la Parroquia
y le preguntaron cómo había sobrevivido ese mes solo y dijo no podría haber
sobrevivido, sin la ayuda de Dios, plasmada en esos dos cachorros de León que
le habían robado. Jon estaba muy triste por los leoncitos, entonces una chica
del grupo se le acercó y le dijo que tenía para regalarle un cachorrito
dálmata, si lo quería, el dudó un poco, pero le contestó “Si, por supuesto,
gracias muy amable de tu parte, cuando me
lo dás”, lo tengo en el auto, veni a verlo – le dijo ella y él se paró y
fue a ver al cachorrito dálmata, era divino, todo suave, con orejitas que le
caían por los lados, blanco con pintitas negras, se llama Sami y tiene treinta
y cinco días, así que tenés que darle leche y después comenzás con un
balanceado. Muchísimas gracias dijo él y la abrazó y le dio un beso en la
mejilla, ella estaba muy contenta que a él le gustara el cachorrito y cómo se
había enterado del robo de los leones, pensó como ayudarlo y fue a la
veterinaria y compró el cachorrito para él.
Jon se divertía mucho con el
cachorrito, le enseñaba dónde hacer sus necesidades y donde no, y le compró
cuatro bolsas de arena, para que haba sus necesidades, porque sabía que los
perros sobre baldosas o cemento no podían hacer sus necesidades, y colocó toda
la arena en una de las habitaciones que no usaba, tenía tantas-
Pero en el fondo sentía una
tristeza que eran la falta de Ying y Yang eso él lo sabía
Lo llamaron de la Policía y le dijeron que
tenían una pista de un Circo trucho, anunciaba
leones bebés y tenía una cantidad de clientes sobre todo chicos.
Fue la Policía a investigar y por
órden del Fiscal de Turno, le secuestraron los leoncitos y pusieron preso al
dueño del Circo.
En la sala de interrogatorios de la Policía Federal , había un
espléndido cuadro del Procer de La
Patria ,Don José de Sanmartín, allí llevaron al dueño del
circo y éste les dijo que se lo habían vendido y le hicieron dictar para hacer
el identikit, salió la cara perfecta del pelado Romualdo, el que nunca pudo ser
atrapado debido a era muy habil al movilizarse en su barrio, La Matanza , este era un
barrio difícil para encontrar una persona.
Por otro lado Jon estaba loco de
contento de encontrarse con sus cachorros de león y pensó podrán vivir con el
dálmata, si seguro que si la
Virgen me va a ayudar en todo como hasta ahora.
Hicieron un rastrillaje por toda la Matanza y al final lo
lograron encontrar al pelado Romualdo y lo metieron en la cárcel, por robo,
fraude, estafa.
Ni que decir de Jon que estaba
contentísimo jugando con Ying y Yang, al perrito dálmata agradeciéndoselo mucho
se lo devolvió a la chica que se lo regaló, diciéndole que corría peligro con
los leoncitos cuando cumplen un año. Ella entendió perfectamente y todo quedó
arreglado
El tuvo que alquilar un galpón
con rejas y pagaba adicionales a la
Policía para que se lo cuidara, todo era hermoso pero los
cachorritos en poco tiempo se
transformaron en animales grandes y ya nadie podía ir a verlos, porque se
ponían nerviosos, Jon ya estaba pensando la manera de dejarlos solos en el
Congo, cuando cumplieran un año y se averigúo cual Línea Aérea podría llevarlos
enjaulados por supuesto , y estaba ahorrando para pagar el viaje al Congo.
Y se cumplió el año, ya era hora
de viajar, de llevarse a Ying y Yang lejos de él, sentía una pena inmensa pero
era para su bien , para que vivieran en la naturaleza, para que aprendieran a
comer solos y tomar agua solos, encontrando sus presas y los arroyos.
Ya llegó el momento, Jon se
encomendó a Dios y los subió a sus jaulas en el avión. El también viajaba con
ellos para ver donde los dejaba.
REPÚBLICA DEL CONGO
Pidieron permiso en aduana para
entrar los animales y el negrito que estaba en la Aduana se asustó, y Jon le
dijo en inglés”no tengas miedo son inofensivos, venimos a devolverlos a la
selva de tu País, porque aquí pertenecen. El negrito los hizo pasar
rápidamente. Y alquilaron un camión para ir a la Jungla , en dónde Jon los
encontró, lo acompañaba un vaqueano local.
Y andando y andando Jon dijo
”Pare, éste es el lugar y él abrazándolos a cada uno y dándoles besos los
despidió, los dejó y los leones se quedaron viendolo a Jon como preguntando
¿Porqué nos dejás? Jon dijo , vamos rápido y no pudo contener el llanto, hasta
llegar al aeropuerto que lo llevaba de vuelta a Buenos Aires.
BUENOS AIRES- ARGENTINA
Jon lo primero que hizo fue ir a
buscar al perrito dálmata que el crió, y la chica muy amablemente se lo dio, y
el se dijo” que bueno es ser de grupos católicos, todos te ayudan”. Sami apenas
lo vió lo conoció y le hacía fiesta, le saltaba y le lamía la cara. Gracias a
Dios que Jon tenía a Sami, sino se hubiera deprimido.
No obstante eso Jon estaba
constantemente pensando en los leones y le aconsejó la Directora del Zoológico
de Buenos Aires, que fuera recién a los dos años a verlos, pero que no lo iban
a reconocer, así que no se hiciera mucha esperanza, pero él solo quería verlos.
Al cumplirse los dos años Jon con
la chica que le regaló a Sami,que se llamaba Brisa, fueron juntos al Congo a
ver a los leones.
SELVA DEL CONGO
Jon y Brisa , estaban de las
manos, los dos nerviosos, los acompañaba un nativo y les dijo miren allí están
ellos y efectivamente eran Ying y Yang, el nativo les comentó que ya formaron
familia y lo más probable es que ni bajen, cuando a los diez minutos Ying ve a
Jon y la toca con la cabeza a Yang y ambos se quedaron mirando fijos a Jon, él
los miraba fijo también, entonces los dos leones, primero la leona y atrás el
león empezaron a bajar la cuesta con cuatro cachorritos, Brisa se quedó a
distancia y Ying y Yang empezaron lamiéndole las manos luego se pararon y
pusieron por turnos las patas en los hombros de Jon y le lamían la cara los dos
juntos, tanto que Jon se tuvo que tirar al piso y lloraba de emoción, luego
Yang le traía uno por uno los cachorritos y Jon los acariciaba como a ellos
cuando eran chiquitos. Brisa estaba llorando emocionada a un costado y él la
llamó para que tocara los cachorritos, ella no se animaba en un principio pero
después se animó y los leones eran como gatitos, y allí les dijo Jon, Bueno ,
bueno, Ustedes me mostraron su familia , ahora yo les presento a la mía y
dándole un beso en la boca a Brisa
Les dijo, les presento a mi novia
y brisa sobre que estaba emocionada esto la hacía llorar más y todos contentos
se quedaron cada uno con su familia.
BUENOS AIRES- ARGENTINA
Jon y Brisa guardaban los
recuerdos de Africa , y ahora iban a ser ellos los que se iban a casar.
Todo para Gloria de Dios.
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