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viernes, 6 de julio de 2012

En la Jungla


En la Jungla



SELVA CONGOLEÑA- ÁFRICA




Estaba Jon con sus dos cachorros de león , un macho y una hembra y estaba dándoles de comer carne de unas latas que quedaron en la bodega del avión que se estrelló, él era uno de los sobrevivientes ya había pasado un mes de aquello y él era el único con vida de un pasaje lleno, por suerte él iba solo, así que no perdió nadie querido de su familia o su amigos de Londres, el avión iba de Israel a la Argentina y se estrelló en la mitad sur de Africa, en las proximidades del Congo. El calor y los mosquitos eran insoportables y el olor a podrido adentro del avión también, por eso Jon se manejaba nada más que con la bodega, allí también había comida y gaseosas y también cerveza y whiskey, del cual él se proveía, a la bebida la ponía en un arroyo con agua fría de vertiente que Dios le hizo encontrar y así pasaba su vida.
También usaba la bodega del avión como dormitorio.
No sabía si iban a ir a recatarlo pero suponía que si, tenía 32 años y se acababa de recibir de Médico, así que , gracias a Dios, podía hacerles frente a muchas enfermedades, pero no a todas las enfermedades africanas que eran terribles y la mayoría mortales como el dengue o el colera, por ejemplo.





Escuchó pasar helicópteros arriba de él, pero pasaron y no volvieron, - ojalá hayan llevado información importante para la búsqueda- pensó Jon.





Y los helicópteros hablando entre sí decían , que desastre y con el pasaje completo, seguro que no sobrevivió nadie, pero no obstante eso hay que realizar una búsqueda, con hombres de a pie, una búsqueda para rastrear todo el terreno circundante, pero a todo esto hace un mes del desastre y recién encontramos hoy al avión, claro le contestó el otro helicóptero, no se lo podía ver porque estaba oculto por las copas de los árboles, parece como si alguien las hubiera cortado.
Y fue Jon el que se colgaba de los árboles y cortaba el follaje, durante un mes ya se veía el avión casi en su totalidad.







Pero la gente de rescate, no tardaría más de un día. Jon estaba excitado y se puso su mejor ropa para esperarlos, estaba tan entusiasmado por el rescate que saltaba y jugaba con los leoncitos, a los que por supuesto iba a llevar a su casa, discutiera con quién tuviera que discutir. El avión al estrellarse mató a los padres de los leoncitos, por eso él también se sentía culpable.
Al leoncito hembra le puso Ging y al macho Gang, lo perseguían a todos lados, se le trepaban por los hombros, le tiraban los cordones de las zapatillas, se les subían por las piernas.







A la mañana siguiente vinieron a rescatarlo, eran como cinco helicópteros de los cuales bajaban cinco soldados de cada uno, sostenidos por sogas y se llevaban todos los cadáveres en bolsas y no querían llevar por nada los cachorritos, pero Jon insistió tanto que le dijo el Capitán del Salvataje a un subordinado bajen una canasta grande del helicóptero, y la bajaron y allí colocaron a Ying y Yang, que estaban gordos pomposos y uno de los soldados, tenía un biberón de su hijo y les hacía chupetear aunque no tuviera nada de líquido y todos se divertían con eso hasta el mismo Jon, que estaba feliz por haber sido rescatado y daba gracias a Dios por ello.Los helicópteros con sus aspas iban a todo lo que dá bajaron en una ciudad cercana y allí lo dejaron a Jon y la jaula con Ying Y Yang, para que tomaran el avión hacia Buenos Aires.






ARGENTINA- BUENOS AIRES






Al llegar a Ezeiza , el Aeropuerto Internacional de Argentina, Jon se quedó esperando sus leoncitos, y justo pasaron por el caroussel de las valijar, eran hermosos uno manchadito la cara color fuego y el otro más tirando color a Café con Leche, gracias a Dios que los tengo, Jon era muy religioso y siempre pedía ayuda a la Virgen María, y a Dios por supuesto, pero resulta que la alegría le duró poco, muy poco, al salir de ezeiza es asaltado y le roban los leoncitos, era una camioneta azul, Ford Ranger.
Jon quedó desolado, no podía articular palabra solo, María y Jesús, Jesús y María, hasta que lo vió un taxista que se apiadó de él y le dijo” vení, te llevó rápido a la Comisaría así haces la denuncia”, Jon desolado cómo estaba, aceptó muy agradecido, y empezó a rezar el ave maría internamente, por favor Madre Querida, que no los vendan a zoológicos, que no entren en el tráfico de animales, que no los maltraten, que les den bien de comer, por favor Mamita Virgen tus manos los deposito, Señor Jesús, que se haga tu Voluntad ahora y siempre.
“Estás rezando”, si señor , Mario es mi nombre, decime Mario, “Si Mario””te acompaño, dijo Mario, querés que rezemos un Misterio del Rosario, bueno dijo Jon, estaría genial.






Hizo la declaración en la Policía acompañado por Mario, este hombre muy amable y correcto, le cuidó todo el tiempo el equipaje a Jon. Ëste le quería dar por lo menos doscientos pesos, pero  Mario no aceptó nada y aún más lo llevó a su departamento en pleno centro de Buenos Aires  y Mario le dijo te dejo mi celular por si algún día me necesitas y le escribió el celular en una hoja cortada, Jon hizo lo mismo le pasó su celular y ambos se despidieron Jon más que agradecido por toda la ayuda que le brindó. Subió todo su equipaje al ascensor y de allí al piso catorce, él era el dueño de todo el piso lo había heredado al morir su madre, su último amor terrenal, como él era Laico Consagrado y trabajaba para la parroquia, tenía voto de castidad, hecho con el Libro de San Luis María Grignon de Monfort, Consagración a Nuestra Señora y por su intermedio a Jesús.





Pero Jon, estaba triste, no podía perder sus cachorros, entonces empezó a llamar a todos sus contactos por si alguien conocía quién vendía animales, pero no encontraba nada. Fue a la Estación de Policía y preguntó y le contestaron, están investigando y eso era todo.
Después se juntó con los Laicos de la Parroquia y le preguntaron cómo había sobrevivido ese mes solo y dijo no podría haber sobrevivido, sin la ayuda de Dios, plasmada en esos dos cachorros de León que le habían robado. Jon estaba muy triste por los leoncitos, entonces una chica del grupo se le acercó y le dijo que tenía para regalarle un cachorrito dálmata, si lo quería, el dudó un poco, pero le contestó “Si, por supuesto, gracias muy amable de tu parte, cuando me  lo dás”, lo tengo en el auto, veni a verlo – le dijo ella y él se paró y fue a ver al cachorrito dálmata, era divino, todo suave, con orejitas que le caían por los lados, blanco con pintitas negras, se llama Sami y tiene treinta y cinco días, así que tenés que darle leche y después comenzás con un balanceado. Muchísimas gracias dijo él y la abrazó y le dio un beso en la mejilla, ella estaba muy contenta que a él le gustara el cachorrito y cómo se había enterado del robo de los leones, pensó como ayudarlo y fue a la veterinaria y compró el cachorrito para él.








Jon se divertía mucho con el cachorrito, le enseñaba dónde hacer sus necesidades y donde no, y le compró cuatro bolsas de arena, para que haba sus necesidades, porque sabía que los perros sobre baldosas o cemento no podían hacer sus necesidades, y colocó toda la arena en una de las habitaciones que no usaba, tenía tantas-
Pero en el fondo sentía una tristeza que eran la falta de Ying y Yang eso él lo sabía
Lo llamaron de la Policía y le dijeron que tenían una pista de un Circo trucho, anunciaba  leones bebés y tenía una cantidad de clientes sobre todo chicos.






Fue la Policía a investigar y por órden del Fiscal de Turno, le secuestraron los leoncitos y pusieron preso al dueño del Circo.
En la sala de interrogatorios de la Policía Federal, había un espléndido cuadro del Procer de La Patria ,Don José de Sanmartín, allí llevaron al dueño del circo y éste les dijo que se lo habían vendido y le hicieron dictar para hacer el identikit, salió la cara perfecta del pelado Romualdo, el que nunca pudo ser atrapado debido a era muy habil al movilizarse en su barrio, La Matanza, este era un barrio difícil para encontrar una persona.
Por otro lado Jon estaba loco de contento de encontrarse con sus cachorros de león y pensó podrán vivir con el dálmata, si seguro que si la Virgen me va a ayudar en todo como hasta ahora.
Hicieron un rastrillaje por toda la Matanza y al final lo lograron encontrar al pelado Romualdo y lo metieron en la cárcel, por robo, fraude, estafa.








Ni que decir de Jon que estaba contentísimo jugando con Ying y Yang, al perrito dálmata agradeciéndoselo mucho se lo devolvió a la chica que se lo regaló, diciéndole que corría peligro con los leoncitos cuando cumplen un año. Ella entendió perfectamente y todo quedó arreglado
El tuvo que alquilar un galpón con rejas y pagaba adicionales a la Policía para que se lo cuidara, todo era hermoso pero los cachorritos en poco tiempo  se transformaron en animales grandes y ya nadie podía ir a verlos, porque se ponían nerviosos, Jon ya estaba pensando la manera de dejarlos solos en el Congo, cuando cumplieran un año y se averigúo cual Línea Aérea podría llevarlos enjaulados por supuesto , y estaba ahorrando para pagar el viaje al Congo.
Y se cumplió el año, ya era hora de viajar, de llevarse a Ying y Yang lejos de él, sentía una pena inmensa pero era para su bien , para que vivieran en la naturaleza, para que aprendieran a comer solos y tomar agua solos, encontrando sus presas y los arroyos.





Ya llegó el momento, Jon se encomendó a Dios y los subió a sus jaulas en el avión. El también viajaba con ellos para ver donde los dejaba.






REPÚBLICA DEL CONGO







Pidieron permiso en aduana para entrar los animales y el negrito que estaba en la Aduana se asustó, y Jon le dijo en inglés”no tengas miedo son inofensivos, venimos a devolverlos a la selva de tu País, porque aquí pertenecen. El negrito los hizo pasar rápidamente. Y alquilaron un camión para ir a la Jungla, en dónde Jon los encontró, lo acompañaba un vaqueano local.
Y andando y andando Jon dijo ”Pare, éste es el lugar y él abrazándolos a cada uno y dándoles besos los despidió, los dejó y los leones se quedaron viendolo a Jon como preguntando ¿Porqué nos dejás? Jon dijo , vamos rápido y no pudo contener el llanto, hasta llegar al aeropuerto que lo llevaba de vuelta a Buenos Aires.






BUENOS AIRES- ARGENTINA





Jon lo primero que hizo fue ir a buscar al perrito dálmata que el crió, y la chica muy amablemente se lo dio, y el se dijo” que bueno es ser de grupos católicos, todos te ayudan”. Sami apenas lo vió lo conoció y le hacía fiesta, le saltaba y le lamía la cara. Gracias a Dios que Jon tenía a Sami, sino se hubiera deprimido.
No obstante eso Jon estaba constantemente pensando en los leones y le aconsejó la Directora del Zoológico de Buenos Aires, que fuera recién a los dos años a verlos, pero que no lo iban a reconocer, así que no se hiciera mucha esperanza, pero él solo quería verlos.
Al cumplirse los dos años Jon con la chica que le regaló a Sami,que se llamaba Brisa, fueron juntos al Congo a ver a los leones.

SELVA DEL CONGO





Jon y Brisa , estaban de las manos, los dos nerviosos, los acompañaba un nativo y les dijo miren allí están ellos y efectivamente eran Ying y Yang, el nativo les comentó que ya formaron familia y lo más probable es que ni bajen, cuando a los diez minutos Ying ve a Jon y la toca con la cabeza a Yang y ambos se quedaron mirando fijos a Jon, él los miraba fijo también, entonces los dos leones, primero la leona y atrás el león empezaron a bajar la cuesta con cuatro cachorritos, Brisa se quedó a distancia y Ying y Yang empezaron lamiéndole las manos luego se pararon y pusieron por turnos las patas en los hombros de Jon y le lamían la cara los dos juntos, tanto que Jon se tuvo que tirar al piso y lloraba de emoción, luego Yang le traía uno por uno los cachorritos y Jon los acariciaba como a ellos cuando eran chiquitos. Brisa estaba llorando emocionada a un costado y él la llamó para que tocara los cachorritos, ella no se animaba en un principio pero después se animó y los leones eran como gatitos, y allí les dijo Jon, Bueno , bueno, Ustedes me mostraron su familia , ahora yo les presento a la mía y dándole un beso en la boca a Brisa
Les dijo, les presento a mi novia y brisa sobre que estaba emocionada esto la hacía llorar más y todos contentos se quedaron cada uno con su familia.






BUENOS AIRES- ARGENTINA





Jon y Brisa guardaban los recuerdos de Africa , y ahora iban a ser ellos los que se iban a casar.
Todo para Gloria de Dios.









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