Corría
el año 2012 y la mansión seguía habitada por la quinta generación de los
Hilton de Carolina del Sur, Estados
Unidos.
Huge
era el Padre de familia o paterfamilia , tenía muy mal genio, y ya estaba en
los sesenta su esposa Ellen había fallecido diez años atrás, y él cada vez que
la recordaba se le caían gotas de lágrimas por sus mejillas, habían tenido
cinco hijos, tres varones y dos mujeres, ambas muy parecidas a la madre difunta,
los tres varones eran parecidos al padre, lo cual ponía orgulloso a Huge , lo
que Huge no sabía y todos los hermanos si era que tenía un hijo muy varonil,
pero gay, los cinco hijos se pusieron de acuerdo en ocultárselo al padre sino
lo pondría muy mal. Henry el gay era católico practicante y se le hacía muy
difícil vivir su homosexualidad, dado que la Iglesia Católica les pedía a
los gays que fueran célibes, y él en la edad que estaba 25 años le resultaba
muy difícil cumplir con la castidad. Charles, el que le seguía tenía 27 y
quería y defendía a capa y espada a su hermano, Jorge de treinta años hacía su
vida sin importarle mucho su padre ni sus hermanos, Charlotte de treinta y dos
amaba a Henry y también lo protegía, estaba casada con un millonario sureño,
dueño de campos de algodón y viñedos llamado Gabriel Hauseman y tenían tres
hijos, dos niñas y un varoncito de cuatro, las niñas tenían diez y trece, ésta
última ya tuvo la menarca y siempre hablaba a solas con su madre sobre las
cuestiones sexuales, la virginidad, etc., siempre visto desde un punto de vista
católico. Y por último estaba la más grande Sophie, de treinta y cinco años,
que también tenía un feliz matrimonio con un hombre, que su padre Huge no
aceptó nunca, porque era de clase inferior a ellos y se llamaba Louis Becham,
no era de familia conocida de Carolina del Sur, pero era un excelente esposo y
padre de dos hijos, el más grande de catorce y el más chico de seis ambos
varones.
Louis
Becham vivía de su trabajo, pintor de cuadros y llegó a tener mucha fama en
toda Carolina del Sur y más allá. Sus pinturas se vendían a buen precio y
con eso mantenía su familia y le sobraba
para darle dinero a Henry, y lo alentaba que saliera a bailar, o a lo que sea
pero que saliera de la casa.
El
próximo paso de Louis era alquilar el Atico al Señor Huge y Sophie oraba por
eso, así no se tenía que ir a la ciudad a pintar, con el desgaste que esto
significaba ya que la ciudad estaba a diez kilómetros y Huge no le prestaba
ninguno de los cinco Lamborghini y aquél
se tenía que ir en bus ida y vuelta todos los días.
Sophie
le preguntó a Huge si habría alguna posibilidad de alquilar el Ático para que
Louis pinte allí, que no va a entrar nadie desconocido de la familia, solo él y
sus cuadros, que no iba a hacer retratos de nadie y que le pagaría lo que él,
Huge, dispusiera, Huge dijo un disparate para que no lo alquile, treinta mil
dólares por mes, papá dijo Sophie,¿ me estás cargando?, valdría cómo máximo
tres mil dólares por mes,¿Porqué le querés hacer la vida imposible a Louis? El
es un hombre respetable y trabajador y un excelente padre y esposo, bueno dijo
Huge, se lo alquilo por tres mil por mes, debido a tu pedido y se fue y cerró
la puerta. Va a trabajar acá, que bendición, gracias María Santísima,
escuchaste mis ruegos, no cabo en mí de la alegría y fue a contárselo a sus
hijos Brad de catorce y Michel de seis. Cuando venga Louis y le cuente ¡no lo
va a poder creer! Qué alegría.
Se
fue a contarle a Charlotte y las dos se
abrazaron de alegría, e hicieron reunión de hermanos juntos con Henry, Charles
y Jorge y todos se juntaron en la cocina donde Doña Ruperta, una negra descendiente
de esclavos que nunca se mudo de su sitio, estaba cocinando junto con dos
ayudantas, el almuerzo del Sábado. Mientras estaban todos reunidos entra Louise
y Sophie salió a abrazarlo, junto con Charlotte y los chicos lo palmeaban, lo
conseguiste dijo Henry, felicitaciones dijo Charles y Jorge lo palmeó en la
espalda. Pero qué pasa porqué todo esto, papá te va a alquilar el Ático a tres
mil dólares por mes, le dijo Sophie, ¡Genial! Ahora voy a estar tranquilo para
hacer mi carrera.
Y
comenzó a pintar en el Ático, la primera parte fue muy dura porque no vendía
casi nada, después se dedicó a pintar retratos de la gente de la sociedad y
empezó a tener un éxito enorme. Y se hizo muy popular entre la Alta Sociedad. Pero no todo era
alegría su hijo Michel de seis años, estaba jugando en el Ático y se cayó desde
quince metros y se mató, fue tal la tristeza de Louis y Sophie que decidieron
cambiarse de casa y casi se separan echando culpas el uno al otro. Y se puso su
Atelier en la ciudad y se cambió de
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