El Doctor Hall, era un famosísimo pediatra, del
Hospital Central de Illinois, era un hombre alto de pelo negro cortado a lo
militar y ya rondearía los cincuenta años. Era muy buen mozo, pero nunca se
casó, tuvo novias circunstanciales, pero no se fue a vivir con ninguna, por
esos las malas lenguas decían que era gay, pero resulta que era un hombre muy
dedicado a su trabajo, como los Sacerdotes, no podía tener familia que le saque
tiempo a su profesión.
El vivía en el campo alejado de la ciudad , iba y
venía todos los días en su cuatro por cuatro Range Rover, que lo tenía como
hacía seis meses cuando lo compró, era un cero kilómetro, entre la ciudad y su
casa había densos bosques, donde era prohibida la caza y era permitida la
pezca, en el hermoso río que circundaba la ciudad y el bosque.
Un día llegando a su casa el Doctor, se había
olvidado de sacar a pasear a sus dos perros dálmatas, uno blanco con pintas
negras, y el otro blanco con pintas color café, ambos de alrededor de tres
años, todavía cachorrones, los sacó a pasear y no volvió.
Al otro día a la mañana, notaron su ausencia en el
Hospital y llamaron por teléfono a su casa y nadie atendía, el Doctor Hall no
tenía ama de llaves o sirvienta, así que no había a quién preguntarle. El
Director del Hospital Dr. Richard fue personalmente a la casa del Dr. Hall y
encontró la puerta delantera abierta y los dos perritos que lloraban.- Qué cosa
extraña se dijo el mismo ,la puerta abierta y los dos perros que Hall adoraba
afuera llorando, entró a la casa y estaba toda limpia , no tocó nada para
dejarle el sitio limpio a la Policía, gritó dos veces fuerte ¡Doctor Hall!¡Doc!
y nadie contestó, entonces resolvió llamar a la policía desde su celular y le
contestaron Policía, era una mujer negra,y él le dijo quiero reportar la
desaparición de un colega mío, el Doctor Hall, ¡El Doctor Hall, si fue el que
atendió mi niño hace un mes y lo sacó de una escarlatina, una enfermedad
virósica!¡Pero buscaron bien, dónde está! , no sé mujer por eso la estoy
llamando y- cuándo desapareció, preguntó ella, anoche, creo yo, dijo él,-
seguro que no está desmayado dentro de la casa- dijo ella- ya me ire a fijar,
es que no quiero ensuciar el sitio con mis huellas dactilares- pero hombre ,
dijo ella, cuando revisemos la casa van a ser las únicas huellas dactilares ¿o
no?, no sé dijo él, bueno espere que le mando un patrullero.
Llegaron los Policías de Illinois y primero subieron a la
casa desvalijaron todo y no lo encontraron al Dr. Hall.
Todos en el Memorial Hospital, estaban preocupados
por el Doctor y las charlas en los pasillos eran ¿Qué le puede haber pasado?
Dónde estará. Es un hombre tan bueno, tan dedicado a su profesión, era un excelente
Doctor con mayúsculas, y tantas otras cosas más que faltara que lo pusieran en
un pedestal.
La policía comenzó a rastrillar el bosque, con perros
ovejeros alemanes, que previamente les habían hecho oler prendas del Dr. Hall,
estos husmeaban todo , cada árbol, cada hoja y por fin gritaron ¡Por aquí! Y
sucedió lo peor el Doctor Hall, estaba muerto de un balazo en el corazón, todo
cubierto de hojas.
Cuando se empezó a extender la noticia, todos hacían
gestos de dolor, de repugnancia por cómo lo habían matado. De tristeza, de
profunda tristeza, porque era un gran hombre, la que más lo lloraba era su
secretaria, que siempre estuvo enamorada de él y nunca fue correspondida, la
secretaria se llamaba Ethel Blumber y ella también vivía sola y ahora con la
soledad de su Doctor Hall, ella no sabía que pensar, era muy católica, pero se
le pasaban chispazos de suicidarse, que ahora se quedaba sin trabajo y sin su
amante platónico, pero amante al fin.
Al verla así desolada el Dr.Richard, le ofreció que
trabajase como secretaria para él, lo cual era un ascenso, pero estando todo
tan reciente, ella le pidió por favor que la esperara que lo iba a pensar
seriamente y que se lo agradecía mucho.
Los Policías comenzaron a investigar entre todos los
jóvenes que vivían en la zona, les impactó uno que tenía un tic, cuando hablaba
cerraba los ojos o los tenía entreabiertos, hablando con la Policía, el chico
de unos quince años se largó a llorar, y o no lo maté, decía, créanme yo no lo
maté. Y por qué dices esto jóven le preguntó el policía, porque yo estaba
tirando a cervatillos en el bosque con un rifle, el rifle de papá y pasé y saludé al Doctor
Hall, el estaba llevando a pasear sus perros, y de repente siento un tiro como
a la una de la mañana y yo salí disparando, a pesar de no haber matado ningún
ciervo. Tenía miedo, mucho miedo, de que me hecharan la culpa a mí. Pero yo no
fui les juro que no fui, dijo cerrando los ojos. Pero eres el único sospechoso
que tenemos, así que vamos andando, vamos a la Central de Policía, a tomarte
declaración, pero tu rifle es del mismo calibre que el que impactó en el Doctor
Hall.
Le toman declaración a Mat y éste llorando dice que
no fue él, que el tiro y ahora se acordaba bien, que el tiro venía de su
derecha, y que no quería ir a la Cárcel,
y el policía pensó, si el tiro venía de su derecha, puede que el chico tenga
razón, pero igual era el único sospechosos y tenía que ponerle esposas y leerle
sus derechos, mientras Matt gritaba, no quiero ir a la cárcel, no quiero ir a
la cárcel, y el Policía lo calmó todavía no irás a la cárcel, tu homicidio es
involuntario, así que estarás enjaulado aquí, hasta que alguien pague tu
fianza.
Su padre a la media hora pagó la fianza y Mat quedó
libre, se abrazó con su padre y le agradeció tanto por creerle y abrazó
fuertemente a su madre. Ahora Mat y su padre iban a contratar un investigador
privado para encontrar al culpable.
Buscaron el mejor investigador privado de Illinois,
Mark Dillon y lo llevaron a su casa para conversar, éste ya se habia enterado
del caso por los diarios y noticieros, y dijo tenemos que indagar quién estuvo
contigo esa noche y efectuó el tiro, con un rifle de tu mismo calibre, es
extraño pero siento que hay un detalle algo que no me contaste Matt y que puede
ser múy útil para la investigación, lo único que ahora me acuerdo que no se lo
conté a nadie Mark y ahora se lo cuento a usted frente a mi padre, tenía muchas
ganas de orinar y dejé el rifle apoyado a un árbol, allí sentí el disparo y yo
salí corriendo para otro lado, después volví a buscar mi rifle y estaba tirado
en el suelo, no como yo lo había dejado. Entonces el disparó se hizo de tu
mismo rifle Matt, si dijo éste, veamos las huellas dactilares ya mismo. Trae el
rifle rápido dijo su padre, y Matt subió corriendo y trajo el rifle, casi con
solo dos dedos para no dejar más huellas y Mark, saltó de justo tenemos huellas
dactilares que no son las tuyas Matt, ahora tenemos que ir al Departamento de
Policía a averiguar de quién son.
Y las llevaron a la policía, muy entusiasmados, hemos
encontrado al asesino, se decían unos a otros. La Policía le dijo que el
trabajo iba a demorar como una hora, que podían ir a tomar un café a Il Panino,
justo al frente de la Central de Policía. Fueron al café y comieron unas
exquisitas rosquillas junto con el café, ya pasada la hora y un poco más fueron
a la Central y hablaron con la Señorita Policía que los atendió al principio y
les dijo-Tengo malas noticias para ustedes señores, estas huellas no pertenecen
a nadie de este Estado, ya me tomé el trabajo de enviarlas al FBI para mañana
vamos a tener alguna contestación-
Al otro día Mark, Matt y su padre partieron como a
mediodía hacia la Central de Policía, les tenían noticias, las huellas son de
una tal Clara Parker, cuyo hijo atendió el Dr. Hall, pero ella ahora está
viajando en primera clase a París, cuando llegue a tierra va a ser arrestada,
con los cargos de Homicidio Premeditado. Oh, gracias a Dios dijo Matt y su
padre y Mark se sumó al festejo.
Al llegar Clara Parker a Illinois , todos la miraban
con odio o bronca, se realizó el juicio y fue condenada a Pena de Muerte.
Ya Matt, se desinteresó del caso y le juró a su padre
que nunca más iba a salir con el rifle a cazar venados.
Y la ex secretaria del Doctor Hall, Ethel Blummer
empezó a trabajar como secretaria del Doctor Richard, el Director de la
Clínica.
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